Ruta por Sapa por libre, Vietnam

Este sitio es espectacular, altísimas montañas pegadas unas a las otras rellena este valle, todo ello recubierto de verde (doy fe de las torrenciales aguas que provocan esto) y lamentablemente a veces una frecuente neblina te lo oculta todo.

Datos prácticos

Como llegar

  • Tren : La más fácil para nosotros fue en tren nocturno con cama litera reservado online desde Hanoi a Lai Chau. Luego allí hay unos minibus públicos estacionados fuera de la estación a la izquierda, son amarillos y rojos como los que se ven en Hanoi, salen cada 30 minutos desde las 5:10 y valen 30,0000. Aviso a navegantes no te facilitaran llegar a él.
  • Bus : También está opción aunque la vemos más pesada y tampoco creo que acompañe el estado de las carreteras al norte.

Donde dormir

  • Saparis Hotel espectaculares vistas y trato amigable. El hotel se encuentra en un alto pero cerca del centro. Las habitaciones cuentan con una terraza que da al valle.

Donde comer

Es  todo un poco caro, hay unos puestos al sur tipo buffet de pinchos (15,000 cada uno) que no están mal.

Ruta

Primer día

Si llegas en el tren de la noche una parada de repostaje en el hotel es muy de agradecer, suelen dejar entrar pronto a la habitación.

Decidimos bajar a Cat Cat , no tiene perdida se baja por la plaza principal pegados al gran edificio que parece un centro comercial. La ida se presenta fácil  después de unos km de bajada y unas estupendas vistas (nosotros solo las vimos a la vuelta la niebla lo cubría todo) se llega al control.

Se paga la entrada unos 70,000 por persona. Hay un camino peatonal de piedra que atraviesa el supuesto pueblo, el cual es una sucesión de puestos de souvenir y un par de casas tradicionales. En una se puede incluso entrar y ver las herramientas usadas a lo largo de los años para la labranza.

Lo curioso es ver los turistas asiáticos disfrazados con los trajes típicos de la región que se venden en todo el valle. Aparte de esto se puede ver mujeres autóctonas con sus ropas tradicionales: pantalones y calentadores aterciopelados, camisas bordadas y  pañuelos coloridos en la cabeza que definen a que étnica pertenece.

Después pudimos ver un jardín con impresionantes vistas del valle, siguiendo más abajo el río, el cual desciende con gran furia, tanto que incluía una cascada. Hay unos curiosos molinos de bambú en la orilla y una zona donde trabajan los artesanos e incluso puede verse bailes típicos.

Después se camina medio kilómetro hasta el puente rojo de Cat Cat y se emprende el regreso por carretera con una gran pendiente. Para los más perezosos hay infinidad de motos, taxis que te pueden subir.

Segundo Día

De camino pasamos por el mercado de Sapa, tienen una parte llena de souvenirs y otra donde están los productos frescos. Me llamaron la atención las flores protegidas y lamentablemente las cabezas de perro.

Si se sigue por la carretera se puede hacer perfectamente solos la ruta a Ta Phin, ya que hay carteles e incluso sale en el GPS.

Primero se baja por la carretera principal llena de enormes camiones durante unos 3 km, luego se gira a la izquierda (hay una señal verde) metiéndose por una carretera más pequeña donde a lo mejor te acosa alguna autóctona para hacerte de guia, con un ‘no pay’ se dan por enteradas.

De repente se entra en un entorno súper rural, se empieza a ver arrozales, búfalos, cerdos correteando y gallinas con polluelos (no se como cada uno sabe cuáles son los suyos) . También se ven muchos niños, sobre todo a la vuelta cuando salen del colegio. El camino no tiene pérdida, te encuentras un control donde hay que pagar 40,000 por persona, luego de un buen rato hay que coger el desvío a la izquierda marcado por un nuevo cartel. Unos kilometros antes de llegar a Ta Phin hay un bar donde paran los guías con menús en ingles y donde está todo muy rico.

En los alrededores de Ta Phin se ve que prolifera todo tipo de cultivo: lemongrass en grandes macetas, lechuga, coliflor e incluso flores. El pueblo tiene poca cosa, una calle embarrada y eso si se ven mujeres de otra etnia con el pañuelo de color rojo, así que volvimos.

En la vuelta nos equivocamos en el único cruce no señalado y terminamos en la carretera principal llena de tráfico, barro y cero atractivo. Así que en cuanto pudimos volvemos al camino secundario. Fácil con el GPS.

Tercer día

Nos levantamos con una gran niebla que lo cubría todo. Provistos de paraguas es el mejor remedio para no calarse (lo de las columnas de agua de los chubasqueros no lo han probado en países tropicales)

Decidimos ir a Sa Seng y Hàng Da estaba marcado por GPS y es todo carretera. Se suponía que tenia espectaculares vistas pero todo era niebla y la carretera era una cochambre de agujeros y barro. Vamos la ruta sin vistas tenia cero encanto.

Hay que pagar 75,000 cuando entras en la zona justo a la salida de Sapa.

Al final tuvimos un poco de suerte y Sapa nos compenso en la vuelta de autobús a Lai Chau, nos aclaro un poco y pudimos ver las famosas terrazas características de este valle.

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