Un día en Ferrol

Ferrol con un intenso pasado náutico, aunque ahora ha menguado mucho, ofrece varios barrios curiosos, museos e incluso fortalezas que se pueden ver en un día.

Barrio Canido

Este barrio se ha hecho famoso porque sus paredes se han llenado de meninas. Todo empezó como una reivindicación porque la dejadez del barrio y ha terminado en convocatorias anuales que adornan las casas bajas, paredes y algunos preciosos murales de la zona.

Barrio Canido

Barrio de la Magdalena

Este barrio es considerado el centro de Ferrol. Fue promocionado por Carlos III y ocupado por la burguesía de la época. Esta formado por calles paralelas y perpendiculares al mar. Todas ellas llenas de edificios con cristaleras blancas de diferentes formatos y edificios modernistas.

Barrio de la Magdalena

Puerto Curuxerias

Este pequeño puerto deportivo ofrece buenas vistas de esta parte de la bahía. Está además rodeado de edificios con solera y además desde aquí comienza el camino inglés.

Museo de Construcción Naval

Este museo es bastante curioso, a parte de ser bastante grande se puede ver todo tipo de construcciones y partes de lo que forman un barco. Desde la simulación del interior de un barco de época a uno actual. Faros, sistema de alumbrados, tuberias, sistemas de comunicación y un largo ecétera.

Museo Naval

Para visitar este museo hay que entrar dentro de las instalaciones del ejercito previo enseñar el DNI. Merece la pena echar un vistazo a la historia naval de Ferrol desde maquetas de barcos, armaduras, cañones, cartas reales un buen repaso por la historia naval española.

Mercadillo del Ferrol

Este mercadillo que se da el tercer domingo de cada mes tiene ropa, productos locales y lo mejor hay una zona habilitada para las pulperas donde dan tambien puedes tomar churrasco.

Mercadillo del Ferrol

Castillo de San Felipe

En unos de los extremos del estrechamiento de esta ría se encuentra esta fortaleza paralela al Castillo de la Palma. La entrada es gratuita y el camino que lleva a ella es bastante estrecho pero las vistas merecen la pena.

Solo hay un par de salas restauradas, el resto de las instalaciones están bastante dejadas pero te dejan pasearte por donde quieras.

Castillo de San Felipe